Un día sin nosotras: ¿al alcance de todas? Aída Carolina Romero Ortega 10 de marzo de 2020 En nuestro país, los movimientos feministas han adoptado una relevancia importante en los últimos meses, no sólo entre la población, sino también en los medios de información que han prestado atención a las movilizaciones y a sus exigencias. No es la primera vez que se convoca a un paro de mujeres para la conmemoración del ocho de marzo, desde años atrás está presente, sin embargo, en esta ocasión ─en un contexto de disputas entre partidos políticos, la persistente violencia de género y el incremento de ésta─ esta convocatoria ha tenido un impacto importante y ha sido motivo de debate, ya que distintas corrientes feministas convergen en el llamado a erradicar la violencia en contra de mujeres y niñas. Considero que esta coyuntura y las condiciones actuales del país, y del resto de América Latina, exigen el análisis de las diferencias de clase, sociales, étnicas, entre otras que determinan la forma de organización de las diversas corrientes feministas, ya que no todas las necesidades y reclamos son compatibles con las demandas del feminismo norteamericano y del occidental. Me parece importante porque, aunque la mayoría de las mujeres tengan deseos de participar en la erradicación de la desigualdad laboral, el dominio masculino y la violencia de género, no para todas es posible detener sus labores, ya sea en el hogar o en sus empleos, dado sus condiciones económicas. En este sentido los planteamientos del feminismo interseccional son una alternativa útil para atender las necesidades y problemáticas de los múltiples sectores del país en las que se articulan distintas condiciones (económicas, geográficas, culturales, sociales) y así tomar en consideración los movimientos de mujeres que no radican en las ciudades y estudiar con el mismo interés, que reciben las mujeres de las urbes, las exigencias de las mujeres de las comunidades indígenas y afrodescendientes, las cuales no han recibido la misma consideración, ni han sido tan visibles por los medios de comunicación. El domingo 8 de marzo del presente año, se realizó la manifestación, que inició en el Monumento de la Revolución y concluyó en el Zócalo, con la participación de estudiantes universitarias y de educación media superior, grupos conservadores (que manifiestan estar en pro de las demandas y derechos de las mujeres, pero sus acciones no lo reflejan), profesoras, familiares de víctimas y obreras, entre otros grupos. Las jornadas de protesta del 8 y 9 de marzo en la Ciudad de México, y de otros estados del país, se difundieron en noticieros o redes sociales. En estos registros es posible ver las diversas formas de expresión (en ocasiones contrapuestas) y demandas de los movimientos de mujeres. Además destacan algunas de las notas tendenciosas de algunos de estos medios. Para tener un panorama más amplio, y desde diveras visiones, es necesario consultar varios medios de comunicación y analizar críticamente las fuentes.