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Prólogo al libro Las Mujeres Creyentes y el Opus Dei
Dra. Josefina Cuesta
LAS MUJERES DEL OPUS DEI O LOS SILENCIOS DE UNA HISTORIA
Es notable el coraje de Virginia Ávila al realizar este estudio, al quebrar el silencio sobre
un representativo grupo de mujeres poco conocido hasta el momento. “Es verdad
que he llamado a tu apostolado discreto ‘silenciosa y operativa misión’”, podemos
leer en el interior de esta obra, pues indagar en esa “historia no contada” supone un
abordaje innovador y novedoso que implica adentrarse en una problemática compleja
y en contextos intrincados también; supone bucear en uno de los espacios de
la invisibilidad femenina, por lo que su importancia es, al menos, doble, pues este
trabajo pone el foco y arroja luz sobre las mujeres en el Opus Dei, desde las pioneras
mexicanas más notables, y lo hace sobre un espacio privilegiado, México, la principal
puerta de entrada y país de expansión de la Obra en el continente americano, un hito
fundamental de la difusión de ésta.
Se trata de horadar una invisibilidad que ahonda sus raíces en los orígenes del
Opus Dei, a pesar de que algunas mujeres no estuvieron ausentes desde la denominada
“segunda refundación”, en 1941.(1) Si las mujeres no han recibido la atención
necesaria de los estudios históricos, como “la otra mitad de la humanidad” que son,
el grupo femenino que forma parte de esta organización católica, mujeres, en su mayoría,
de carácter humilde y destinadas a trabajos subalternos, han permanecido en un
notorio silencio: “Todas las presentaciones del Opus Dei son particularmente parcas
respecto a esta rama femenina”, afirma en uno de sus primeros estudios Daniel Artigues.
(2) “En general se contentan en señalar su independencia con la masculina, con un
único nexo común, en el fundador, en remitir su fundación a 1930, precedida de una
cierta iluminación de aquél”.(3)
Los contextos son fundamentales para explicar la historia de esta institución, las
formas de presencia femenina en ella y su difusión por tierras americanas. El nacimiento
de esta Obra de la Iglesia católica hunde sus raíces en los años veinte del siglo
XX
Las ideologías y los valores emergentes habían puesto el dedo en la llaga considerando
importantes conceptos de la época a los que la Organización que aquí se estudia
no podía sustraerse: el concepto de clase, potenciado desde las revoluciones política
y económica de la contemporaneidad –francesa e industrial–. Durante casi todo el
siglo xix, lo mismo que el movimiento obrero combatía por la emergencia, como
actora, de una nueva clase social, el primer feminismo había emprendido la revisión
de la condición de las mujeres, en lucha contra los presupuestos y las prácticas de la
sociedad dominada y dirigida sólo por los hombres, la sociedad patriarcal.
Ambos
constituyen dos conceptos claves en el análisis del Opus Dei y de las relaciones entre
sus miembros. Los debates en torno a la religión y al laicismo ya se han enunciado.
Queda por enumerar, entre otros, una noción latente pero fundamental en todas estas
relaciones y cambios, y que subyace permanentemente en el concepto del poder y la
cuestión de quien lo detenta. Género, clase, poder y sociedad patriarcal (pueden ser
también en plural) son goznes interpretativos fundamentales en el tema que aquí se
presenta y en la explicación y comprensión del Opus Dei, especialmente en el campo
relativo a las mujeres dentro de la Obra.
Diversas fórmulas de movimientos de laicos se constituyeron en el siglo xx; la más
conocida, la Acción Católica. El Opus Dei fue otra de esas respuestas; aunque no fue
original ni la primera, sería la de mayor impacto social en el siglo xx, adquiriendo
alcance universal y verdadera incidencia en la sociedad y en determinados poderes.
Aspectos en los que incide la autora de este libro:
Particularmente las primeras generaciones, las que conocieron al Padre, supieron comprender
las metas de cristianizar nuevamente a la sociedad […]. El padre Josemaría y su
incipiente grupo intentaron reorientar el amplio desarrollo de la ciencia y la tecnología
del siglo xx al servicio de la fe y de la jerarquía católica […] Comenzó a delinear un
modelo social católico donde las funciones sexo-genéricas debían cumplirse en el marco
familiar […] Esta perspectiva es común en el catolicismo, por lo tanto no era nueva,
pero en el Opus Dei se reforzaron de manera radical los roles masculinos y femeninos
bendecidos en torno a la familia.
El carácter de tercera vía, que adoptará determinadas formas de presencia de los
católicos en l a sociedad laica, contribuye a explicar la expansión de la Obra en México
y algunas de las contradicciones surgidas en su rama femenina a las que se hace
referencia en el libro que prologamos.
Los silencios sobre las mujeres se inician desde los orígenes de esta organización
católica, como ya quedó apuntado. Efectivamente, se menciona la existencia de algunas
mujeres en los años treinta, la primera de todas parece haber sido María Ignacia
García Escobar, que falleciera en 1933. Sin embargo, se añade que en 1939 Escrivá
“decide recomenzar esta labor casi desde cero”.5 Otro de los especialistas sobre el
tema completa:
En el escrito dirigido al obispo de Madrid-Alcalá, solicitando en 1941 su aprobación
como Pía Unión diocesana para el Opus Dei, Escrivá señalaba de entrada […] que “el
Opus Dei es una Asociación Católica de varones y mujeres”, cuando aún no se había
creado formalmente una sección femenina dentro del Opus Dei. El hecho era que las
seguidoras de Escrivá aún no disponían el 14 de febrero de 1941 de una estructura permanente
similar a la de los hombres.6
Desde los años cuarenta las primeras mujeres se incorporarían a la vida de la Obra y a
su difusión, de modo que un mes después de instalado Escrivá en Roma, en noviembre
de 1946, llegarían las primeras mujeres “para ayudar a los hombres en las tareas
domésticas y de la administración”.7
1 “Subsisten muchas zonas mudas, y en lo que concierne al pasado, un océano de silencio, vinculado
al desigual reparto de huellas, de la memoria, y más aún de la historia, en el relato que tan largo tiempo ha
“olvidado” a las mujeres, como si, dedicadas a la oscuridad de la reproducción, inenarrable, ellas estuvieran
fuera del tiempo, al menos fuera de los acontecimientos”. Michelle Perrot, Les femmes ou les silences
de l’histoire, París, Flammarion, 1998, p. I.
2 Jesús Ynfante, Opus Dei. Así en la tierra como en el cielo. Barcelona, Grigalbo Mondadori, 1996,
pp. 119-123.
3 Daniel Artigues, El Opus Dei en España. Su evolución ideológica y política, París, Ruedo Ibérico,
1971, p. 122.
4 Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, Madrid, Rialp, 1968, p. 81. Jesús Ynfante, El santo
fundador del Opus Dei. Biografía completa de Josemaría Escrivá de Balaguer, Barcelona, Crítica, 2002,
pp. 61 y 148.
5 Joan Struch: L’Opus Dei i les seves paradoxes: un studi sociològic, Barcelona, Edicions 62, 1993,
p. 120. Obra que se tradujo al año siguiente al castellano: Joan Struch: Santos y Pillos. El Opus Dei y sus
paradojas. Barcelona, Herder, 1994, p. 135.
6 Jesús Ynfante, El santo fundador del Opus Dei…, p. 147.
7 Ibid., p. 185
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